HUELLITAS SEGURAS
Nuestro refugio busca darle un hogar y una oportunidad a perritos que pasan por una situación difícil, ya sea por violencia o irresponsabilidad.
ALERTA AMBER QUERETARO
Programa creado para la búsqueda y localización de niñas, niños y adolescentes que se encuentran en riesgo de sufrir un daño grave a su integridad personal.
CASA HOGAR SAN PABLO
En diciembre de 1989, Casa Hogar San Pablo I.A.P. abrió sus puertas para dar albergue a personas indigentes. Hoy son aproximadamente 85 personas entre 5 y 55 años en la ciudad de Querétaro.
HOGARES PROVIDENCIA AC
Hogares Providencia de Querétaro, A. C. fue fundada por la Sra. Cecilia Saviñón de Loría en el año 1982, con la idea de crear un hogar para niños, niñas y adolescentes en situación de extrema pobreza, abandono o violencia intrafamiliar.
APAC Querétaro IAP
Educación, atención, rehabilitación y cuidado de personas con parálisis infantil. Promoción de programas y eventos culturales, deportivos y recreativos, así como la integración de talleres manuales que apoyen a su rehabilitación
LA SOMBRA DEL CORREGIDOR
Una noche de 1789, en el Palacio de los Corregidores se llevaba a cabo una de sus conocidas fiestas…
EL RELOJ DE SIMÓN
Una tarde de verano de 1853, faltarían al Colegio Civil decenas de estudiantes, decididos a olvidarse de…
LA GÁRGOLA DE CANTERA
Frente al recién construido templo de San Agustín, 1745, vivía una rica familia, cuya hermosa…
EL CALLEJÓN DE GUADALUPE
Una tarde de verano de 1853, faltarían al Colegio Civil decenas de estudiantes, decididos a olvidarse de…
NOCHES CON LA HIENA DE QUERÉTARO
Tras el divorcio de mis padres me mudé de Guadalajara a Santiago de Querétaro para continuar con…
EL TESORO DE MAXIMILIANO EN BUCARELI
Cuenta una Leyenda en el Pueblo de Bucareli…
El CERRO DE LA MEDIA LUNA
En este cerro, que forma parte de la cadena montañosa de la Sierra Gorda de Querétaro…
EL CALLEJÓN DE GUADALUPE (COPIA)
Una tarde de verano de 1853, faltarían al Colegio Civil decenas de estudiantes, decididos a olvidarse de…
NOCHES CON LA HIENA DE QUERÉTARO (COPIA)
Tras el divorcio de mis padres me mudé de Guadalajara a Santiago de Querétaro para continuar con…
Huellitas Seguras
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ALERTA AMBER QUERETARO
Casa Hogar San Pablo IAP
Casa Hogar San Pablo I.A.P. abrió sus puertas el 13 de diciembre de 1989, en la ciudad de Querétaro, para dar albergue a personas indigentes. Poco a poco, se fueron acercando a esta casa personas que padecían alguna discapacidad física y/o intelectual, brindándoles el apoyo necesario. Hoy nuestra Institución alberga aproximadamente 85 personas entre 5 y 55 años que son originarias de varios estados de la República.
Gracias al esfuerzo del Patronato, un grupo de Empresarios comprometidos, el Gobierno Estatal de Querétaro a través de SESEQ y SEDIF, algunos Gobiernos Estatales y Municipales y la sociedad queretana a través de voluntarios y prestadores de servicio social, Casa Hogar San Pablo ha logrado vencer muchas dificultades.
Recientemente, gracias al apoyo de CEMEX y SEDESOL se logró la construcción de pabellones separados para hombres y mujeres; esto les permite una mayor tranquilidad y seguridad. También, los usuarios con parálisis cerebral y de cuidados especiales se encuentran en áreas independientes lo que permite una mayor facilidad en el manejo de estos pequeños.
En el área de Rehabilitación, se construyó un salón para terapia física y se acondicionó un espacio para terapia ocupacional, sensorial y de lenguaje equipados gracias a donativos de Teletón y contamos con el apoyo altruista de un médico especialista en Rehabilitación.
Nunca de te canses de ayudar a los demás, porque a los que dan sin esperar nada a cambio, la vida les devuelve con creces, su generosidad #CasaHogarSanPablo #ayudamosaayudar
Conócenos en Playa Angel, Desarrollo San Pablo, Santiago de Querétaro, Qro. 76130 México Cómo llegar 442 217 2076
Hogares Providencia de Querétaro A.C.
Hogares Providencia de Querétaro, A. C. fue fundada y constituida por la Sra. Cecilia Saviñón de Loría en el año 1982. La obra inició apoyando en la Parroquia del Santo Niño de la Salud, inspirados por el Padre “Chinchachoma”. Gracias a la “Tía Ceci”, como la llamaban los niños, nació la idea de crear en Querétaro una alternativa de vida por medio de un hogar para niños, niñas y adolescentes en situación de extrema pobreza, abandono o que hubieran sufrido violencia intrafamiliar. Junto con ella, las hermanas Estela y Juana Martínez donaron 2 terrenos para construir dos hogares en Hércules, Querétaro con el apoyo del Padre Federico en Alemania . Posteriormente se compró una casa en Los Olvera, en Corregidora que aloja niños y adolescentes.
En a Español.
La Sombra del Corregidor
Una noche de 1789, en el Palacio de los Corregidores se llevaba a cabo una de sus conocidas fiestas nocturnas de sociedad, con muchas y rebuscadas decoraciones, excelentes músicos y un espléndido banquete ofrecido a los selectos invitados.
Entre ellos se encontraba un matrimonio especialmente apreciado, ya que el caballero contaba con grandes logros y méritos, y la dama nunca descuidaba sus deberes sociales, mas, en ese tiempo, se encontraba encinta, por lo cual la pareja hubo de dudar de asistir al sarao. Pero la inasistencia podría dar lugar a dañar sus relaciones con los Corregidores o incluso a una posible enemistad. Así que ambos acordaron en asistir pues a la celebración, teniendo mucho cuidado de evitar cualquier movimiento brusco que pudiese dañar a la dama.
Así pues la fiesta resultó ser todo un éxito y la pareja disfrutó mucho de la reunión. Al término y después de la cena, se disponían a retirarse cuando de pronto la dama comenzó a sentirse débil y acabó dando a luz en medio de otras damas quienes le auxiliaron. Hubo un ambiente de nerviosismo que cambió a júbilo al escucharse el llanto del nuevo ser.
Repuesta la nueva madre al día siguiente, muchas personas regresaron para conocer y desear lo mejor a la familia. Todos estaban seguros de que el niño crecería para ser un gran hombre de bien que distinguiría en el país, y así fue, pues convertido en un adulto llegó a ser el Gral. Manuel Gómez Pedraza, Presidente de la República.
Esta leyenda fue condensada del libro Leyendas Queretanas de Don Guadalupe Rodríguez Álvarez.
El Reloj de Simón
Una tarde de verano de 1853, faltarían al Colegio Civil decenas de estudiantes, decididos a olvidarse de sus complicados deberes y dedicar esa tarde a la diversión. Iban de un lugar a otro, muy animados por su escape de las aulas.
En su deambular por las calles, se toparon cerca del río Querétaro a un grupo de gitanos acampando. Entre ellos se encontraba una gitana que se acercó al grupo para ofrecer adivinarles la suerte. Divertidos, tendieron uno a uno la mano para enterarse de lo que les traería el futuro. Mas, Simón, uno de los estudiantes, un chico callado y algo penoso, no tendió la mano. Aunque la gitana se acercó a él para pedírsela, trató rápidamente de ocultarla, hasta que ella se la tomó violentamente mientras que Simón trataba de retirarla poniéndole cualquier excusa.
Al fin, Simón tendió la mano para no parecer descortés y la gitana contempló las líneas de su palma. De pronto una expresión de espanto se dibujó en su rostro y anunció: “Recuerda, son las seis en punto de la tarde, hoy es 13 de julio de 1853, dentro de treinta años, no más, morirás sin remedio.”
Por un momento, todos los estudiantes que les rodeaban a ambos, curiosos por ver qué ocurría, guardaron silencio, después uno a uno se soltaron a reír.
Indignada se retiró la gitana, y el grupo siguió recorriendo las calles. Simón les seguía serio recordando lo que le había dicho la gitana. Comenzó a oscurecer, y poco a poco regresó cada uno a su casa. Pero quedó profundamente grabado aquel suceso en la mente de Simón.
Pasó el tiempo y Simón obtuvo su licenciatura. Como obsequio recepcional, sus padres le dieron un fino reloj, que tenía sin embargo el pequeño defecto de adelantarse un poco, y aunque le llevó para que fuese arreglado, nada pudo hacerse, y Simón acabó acostumbrándose a tal hecho, llegando siempre con anticipación a sus citas.
Pronto se casó y tuvo algunos hijos que crecieron muy sanos. Se acercó entonces 1883 y la predicción comenzó a hacerse presente en él. Desde principio de año, don Simón comenzó a organizar sus asuntos para dejar todo en orden. Su testamento, sus papeles, el negocio.
Pronto pasaron los meses y llegó julio, mas don Simón se sentía aún con buena salud. La mañana del día trece, se levantó para ir al templo más cercano y confesar todas sus culpas. Por la tarde se encerró en su despacho para que nadie le molestase. Llegaron por fin las seis en punto. Don Simón lo comprobó mirando su fino reloj que marcaba la fatídica hora, pero nada parecía pasar. Se sentía en perfectas condiciones y llegó a asumir que entonces aquella predicción tan sólo había sido un engaño.
Feliz, salió corriendo de su despacho a sacar una botella de su mejor vino para brindar con los suyos, quienes no lograban comprender lo que ocurría.
Del viejo reloj público se desprendieron entonces seis campanadas huecas, y en ese momento, don Simón se desplomó ante su esposa e hijos, quienes después se propusieron a poner en orden todos los papeles del difunto. Encontraron todo en orden y también un pequeño papel que tenía anotado “13 de julio de 1883, a las seis de la tarde”. Que nada explicaba, pero mucho dijo a la familia.
Esta leyenda es una versión condensada de la leyenda que narra al escritor y abogado Don José Guadalupe Ramírez Álvarez y que aparece publicada en su libro «Leyendas de Querétaro».
La Gárgola de Cantera
Frente al recién construido templo de San Agustín, 1745, vivía una rica familia, cuya hermosa hija pasaba tiempo sentada en el marco de una de las ventanas de la casa, admirando todos los días cada rincón del templo. Dirigía una silenciosa oración y volvíase a mirar todos los hermosos detalles hasta que su mirada llegaba a la gárgola que emergía agresiva arriba del pórtico..
Pasado el tiempo dedicado a la contemplación, cerraba su ventana y continuaba con sus tareas.
Una tarde que se encontraba ella sentada de nuevo en el marco de la ventana, su mirada chocó con la de un apuesto joven que la miraba desde el pórtico del templo, y, sin prolongar el momento, anticipó su retirada y cerró la ventana.
Al día siguiente, abrió de nuevo la ventana para encontrar al joven, pero aunque él le llamaba mucho la atención, volvió a retirarse.
Así ocurrió por varios días. El joven incluso llegaba a acercarse para declararle su amor, pero la joven solamente cubría su rostro con un fino pañuelo de encaje. Y parecía no importar la insistencia del joven, así que un día, se acercó de nuevo a la ventana para anunciarle a su enamorada que no acudiría más a verle, pero que treparía hasta la gárgola y, si ella no sacaba y agitaba su pañuelo para pedirle que viniese, se lanzaría al vació, privándose de la vida por el desconsuelo de no obtener el amor de la joven.
Ella cerró su ventana y fue a su habitación. Corrió entonces de nuevo hacia la ventana, pero aunque buscó, no encontró el fino pañuelo. Sintió un repentino temor por su enamorado allá haciendo equilibrio sobre la gárgola. Pasaba el tiempo y de pronto se escuchó un horrible crujido. La gárgola no había soportado el peso del muchacho y había caído junto con él. La enorme pieza de cantera se hizo pedazos al caer, quedando cubiertos por la sangre del hombre en el suelo.
Una multitud de gente rodeó el lugar y se preguntaban por qué el joven se habría suicidado. Horrorizada la joven cerró su ventana y corrió hacia su habitación, donde se echó a llorar, corroída por el remordimiento.
Esta leyenda es una versión condensada de la leyenda que narra al escritor y abogado Don José Guadalupe Ramírez Álvarez y que aparece publicada en su libro «Leyendas de Querétaro».
El Callejón de Guadalupe
Visitaban al atardecer los bachilleres José Pornes e Ignacio Frías la Sala Capitular del templo de la Congregación de Clérigos Seculares de Santa María de Guadalupe. Contemplaban la hermosura de pinturas de los que habían sido importantes para la Congregación.
Avanzaba la tarde y ambos se dispusieron a abrir el balcón que da al Callejón de Guadalupe. Salieron y contemplaron desde lo alto la callejuela de suelo peñascoso, pero no hicieron mayor caso al asunto.Continuaron la conversación, que comenzó a ser más animada. El bachiller Ignacio Frías se recargaba sobre el barandal de madera que rodeaba el balcón. Disfrutaban de las últimas luces de la tarde, todo era calma.
De pronto se escuchó un crujido proveniente del barandal y caía el bachiller Ignacio Frías en el Callejón de Guadalupe gritando y rogando a la Virgen que le salvase. Se escuchó el golpe y todos los vecinos corrieron al sitio de la tragedia, viendo con horror al bachiller entre los maderos caídos.
A lo alto en el balcón, paralizado, se encuentra el bachiller José Pornes. Repuesto de su sorpresa, corre hacia el Callejón de Guadalupe. Más gente comenzaba a acercarse. Muchos medían con la mirada la altura desde la cual había caído y lo daban por muerto.
Llegaron las autoridades e incluso el alcalde para darse a la tarea de retirar el cuerpo, pero para su sorpresa, éste comenzó a moverse. Se levantó el bachiller Ignacio Frías completamente ileso ante el asombro de todos.
Fueron entonces hacia el templo de la Congregación, seguido por sus hermanos y el alcalde para dar gracias por el milagro.
Esta leyenda es una versión condensada de la leyenda que narra al escritor y abogado Don José Guadalupe Ramírez Álvarez y que aparece publicada en su libro «Leyendas de Querétaro».
Noches con La Hiena de Querétaro
Tras el divorcio de mis padres me mudé de Guadalajara a Santiago de Querétaro para continuar con mis estudios y alejarme del ambiente hostil de mi familia. Buscando casas en renta por internet, encontré una vivienda muy accesible. A pesar de que no se encontraba cerca de mi escuela, el precio me pareció ideal ya que era yo quien iba a pagar la renta ese semestre. Me puse en contacto con el vendedor de la casa y ese mismo día se cerró el trato. Me extrañó que fuera tan rápido, sin embargo, no le presté mucha atención a ese detalle, ya que lo que quería era alejarme lo más pronto posible de mi hogar.
Después de varios meses de trámites logré arreglar todo para irme y así lo hice. Al momento de llegar a la colonia de Jardines de la Hacienda, entré a la calle ¨Hacienda Vegil¨ que es en donde se ubica la casa. Busqué el número 408, sin embargo, no lo encontré. Así que decidí tocarle a uno de los vecinos preguntando por él y con una cara de sorpresa señaló una casa con fachada blanca muy descuidada, le agradecí y me dirigí al lugar.
Este se veía algo diferente que en las fotos ya que al momento de entrar sentí una vibra fría y un escalofrío que nunca olvidaré recorrió mi cuerpo. Con el pasar del tiempo y a pesar del aspecto lúgubre que tenía mi nuevo hogar me sentí feliz y tranquilo de ya no tener que pasar por más discusiones familiares.
Todo parecía empezar a mejorar hasta que una noche en el cuarto mes de mi estadía, un llanto de bebé me despertó a las 4:00 am, al principio no le di importancia ya que yo tengo un hermano menor y en mi antiguo hogar usualmente me despertaba con sus lloriqueos, pero al momento de percatarme que estaba completamente solo, se me heló la piel. El ruido cada vez se hacía más fuerte y parecía que era más de un llanto. No me atreví a bajar esa noche. Recuerdo encerrarme en mi cuarto, ponerme audífonos y escuchar música con los ojos cerrados hasta que se hiciera de día.
Cada vez se volvían más frecuentes los sucesos extraños dentro de la casa, a veces se oían risas de niños, pero eran más las veces que se oían gritos y llantos. Prefería pasar más tiempo afuera de la casa que dentro. Solo llegaba para cenar y dormirme. Un día uno de los vecinos, al momento de verme salir me dijo: ¨si alguna vez se te ofrece algo, no dudes en decirme ¨, esto me extrañó bastante y por un instante me dieron ganas de contarle lo que estaba viviendo, pero casi no interactuaba con nadie dentro de la zona y no quería quedar como loco.
Mi última noche dentro de la casa es la que más me atormenta hasta el día de hoy, eran las 3:00 am y como siempre me despertaron esos llantos desgarradores, harto de la situación, por primera vez desde que llegué, decidí bajar las escaleras en donde me encontré a tres niños. Eran dos niñas y un niño, todos tenían heridas fatales y el más pequeño de los tres no tenía brazo. Se me quedaron viendo con ojos de decepción, era una mirada devastadora que me llegó al corazón.
Salí corriendo de la casa y le toqué al vecino sin siquiera pensarlo dos veces, al momento de salir, le conté lo que había pasado. Él me contó que la casa en la que vivía era la casa en dónde Claudia Mijangos, también conocida como la ¨hiena de Querétaro¨, en un ataque de locura había asesinado a puñaladas a sus tres hijos. A partir de ese día no volví a poner un pie en esa casa y hasta el día de hoy sueño con la mirada de los niños gritando auxilio, desde lo profundo de su corazón.
Este 24 de abril de 2019, ella cumplió con su sentencia de 30 años en la cárcel y es libre de nuevo.
Esta leyenda fue narrada por César Navarrete R. Estudiante del ITESM, Campus Querétaro.
El Tesoro de Maximiliano en Bucareli
Cuentan los viejos del poblado de Bucareli, en Pinal de Amoles, Sierra Gorda de Querétaro, que Tomás Mejía, militar conservador, nació en una familia indígena otomí de recursos precarios.
Su verdadero nombre era José Tomás de la Luz Mejía Camacho y se dice que cuando andaba huyendo, regresó a su tierra natal de Bucareli para esconderse. Su plan era llevarse al Emperador Maximiliano por toda la Sierra Gorda Queretana hasta salir al mar por Tampico. Pero todo le falló y lo mataron en Querétaro.
También se dice que su cadáver está sepultado en lo que ahora es el Ex Convento de Bucareli. Cuentan en este lugar, que Mejía trajo dos cofres llenos de perlas, oro y plata que eran las joyas del Emperador Maximiliano; y que los cofres quedaron en manos de los frailes.
Con estos recursos, los frailes costearon la obra de construcción del Ex-convento de Bucareli. Al paso de los años únicamente permaneció en la obra Fray Bernardo, por lo que la comunidad siguió trabajando en la iglesia grande. Tiempo después, llegó a Bucareli el padre Paulino, hombre muy joven y enamorado, traía pistola y le gustaba retarse con los del pueblo. Cuando se casó, se fue de Bucareli, llevando consigo las joyas y los cálices de oro pertenecientes al Tesoro del Emperador Maximiliano.
El Cerro de la Media Luna
En este cerro, que forma parte de la cadena montañosa de la Sierra Gorda de Querétaro, en la Sierra Madre Oriental, ocurrió un suceso memorable: el sacrificio voluntario de indígenas jonaces, primeros habitantes de esta región, que antes de ser dominados por los conquistadores, se lanzaron desde los peñascos mas altos prefiriendo perder su vida.
Existe en el municipio de Pinal de Amoles un cerro de regular altura y elevados acantilados que por su figura es nombrado «Media Luna». No posee grandes bosques ni adornos naturales, pero como todo en nuestro suelo, tiene una hermosa leyenda, de tiempos de la Conquista.
Por el año 1531, se acercaban los conquistadores procedentes del pueblo de Querétaro, donde estaba asentado el Caudillo Conín con su ejército. Un jefe de familia Chichimeco oyó decir a sus congéneres que los conquistadores venían sometiendo a todos los de su raza a la Corona de Castilla, de agrado o por la fuerza. Así que antes de perder su libertad y condenar a su consorte y a su pequeño hijo a la esclavitud, fue al teocalli frente a sus dioses y ahí, de pie, ofrendó a su mujer y a su hijo con unas palanganas de mastranto coronadas de zempazúchiles.
Al mismo tiempo que se acercaban los dioses barbudos acaudillados por Conín, el indio héroe de la leyenda, haciendo reverencia de cuerpo ante aquellas deidades de tosca figura, pedía su mujer de rodillas, exhalar ante la ofrenda de oloroso incienso, haciendo signos con el sahumador en dirección a sus dioses. Y tomando de la mano a su compañera e hijo les dijo: «Baxá; Nextí nextí» que significa (vámonos, corre presta).
Y con el semblante demudado por la tribulación de su espíritu, su larga cabellera descompuesta, la macana en su diestra y su hijo en la siniestra, se dirigió al más alto acantilado del Cerro de la Media Luna, no sin dirigir a los conquistadores que le seguían una mirada terrible y desafiante.
Llegó finalmente al borde del pináculo seguido de cerca por sus perseguidores. Entonces, levantando los brazos y en ofrenda de sacrificio a sus dioses, tomó a su compañera de la cintura y la arrojó al vacío exclamando «Badá Dabá» (anda con Dios). De igual modo, tomó a su hijo y lo arrojó al precipicio, derramando gruesas lágrimas que se perdieron en el profundo acantilado.
Al llegar los conquistadores, dejóse oír un último y más acentuado estruendo en el fondo del barranco, producido por el cuerpo del héroe al chocar con una grande y escarpada peña. Por un espacio de tiempo permanecieron los conquistadores contemplando aquel cuadro desolador que dejó en su mente y para siempre, esta sentencia filosófica – patriótica: «Primero muertos que esclavos».
El Cerro de la Media Luna
Existe en el municipio de Pinal de Amoles un cerro de regular altura y elevados acantilados que por su figura es nombrado «Media Luna». No posee grandes bosques ni adornos naturales, pero como todo en nuestro suelo, tiene una hermosa leyenda de tiempos de la Conquista.
Por el año 1531, se acercaban los conquistadores procedentes del pueblo de Querétaro, donde estaba asentado el Caudillo Conín con su ejército. Un jefe de familia Chichimeco oyó decir a sus congéneres que los conquistadores venían sometiendo a todos los de su raza a la Corona de Castilla, de agrado o por la fuerza. Así que antes de perder su libertad y condenar a su consorte y a su pequeño hijo a la esclavitud, fue al teocalli frente a sus dioses y ahí, de pie, ofrendó a su mujer y a su hijo con unas palanganas de mastranto coronadas de zempazúchiles.
Al mismo tiempo que se acercaban los dioses barbudos acaudillados por Conín, el indio héroe de la leyenda, haciendo reverencia de cuerpo ante aquellas deidades de tosca figura, pedía su mujer de rodillas, exhalar ante la ofrenda de oloroso incienso, haciendo signos con el sahumador en dirección a sus dioses. Y tomando de la mano a su compañera e hijo les dijo: «Baxá; Nextí nextí» que significa (vámonos, corre presta).
Y con el semblante demudado por la tribulación de su espíritu, su larga cabellera descompuesta, la macana en su diestra y su hijo en la siniestra, se dirigió al más alto acantilado del Cerro de la Media Luna, no sin dirigir a los conquistadores que le seguían una mirada terrible y desafiante.
Llegó finalmente al borde del pináculo seguido de cerca por sus perseguidores. Entonces, levantando los brazos y en ofrenda de sacrificio a sus dioses, tomó a su compañera de la cintura y la arrojó al vacío exclamando «Badá Dabá» (anda con Dios). De igual modo, tomó a su hijo y lo arrojó al precipicio, derramando gruesas lágrimas que se perdieron en el profundo acantilado.
Al llegar los conquistadores, dejóse oír un último y más acentuado estruendo en el fondo del barranco, producido por el cuerpo del héroe al chocar con una grande y escarpada peña. Por un espacio de tiempo permanecieron los conquistadores contemplando aquel cuadro desolador que dejó en su mente y para siempre, esta sentencia filosófica – patriótica: «Primero muertos que esclavos».
Noches con La Hiena de Querétaro(COPIA)
Tras el divorcio de mis padres me mudé de Guadalajara a Santiago de Querétaro para continuar con mis estudios y alejarme del ambiente hostil de mi familia. Buscando casas en renta por internet, encontré una vivienda muy accesible. A pesar de que no se encontraba cerca de mi escuela, el precio me pareció ideal ya que era yo quien iba a pagar la renta ese semestre. Me puse en contacto con el vendedor de la casa y ese mismo día se cerró el trato. Me extrañó que fuera tan rápido, sin embargo, no le presté mucha atención a ese detalle, ya que lo que quería era alejarme lo más pronto posible de mi hogar.
Después de varios meses de trámites logré arreglar todo para irme y así lo hice. Al momento de llegar a la colonia de Jardines de la Hacienda, entré a la calle ¨Hacienda Vegil¨ que es en donde se ubica la casa. Busqué el número 408, sin embargo, no lo encontré. Así que decidí tocarle a uno de los vecinos preguntando por él y con una cara de sorpresa señaló una casa con fachada blanca muy descuidada, le agradecí y me dirigí al lugar.
Todo parecía empezar a mejorar hasta que una noche en el cuarto mes de mi estadía, un llanto de bebé me despertó a las 4:00 am, al principio no le di importancia ya que yo tengo un hermano menor y en mi antiguo hogar usualmente me despertaba con sus lloriqueos, pero al momento de percatarme que estaba completamente solo, se me heló la piel. El ruido cada vez se hacía más fuerte y parecía que era más de un llanto. No me atreví a bajar esa noche. Recuerdo encerrarme en mi cuarto, ponerme audífonos y escuchar música con los ojos cerrados hasta que se hiciera de día.
Este se veía algo diferente que en las fotos ya que al momento de entrar sentí una vibra fría y un escalofrío que nunca olvidaré recorrió mi cuerpo. Con el pasar del tiempo y a pesar del aspecto lúgubre que tenía mi nuevo hogar me sentí feliz y tranquilo de ya no tener que pasar por más discusiones familiares.
Noches con La Hiena de Querétaro(COPIA)
Tras el divorcio de mis padres me mudé de Guadalajara a Santiago de Querétaro para continuar con mis estudios y alejarme del ambiente hostil de mi familia. Buscando casas en renta por internet, encontré una vivienda muy accesible. A pesar de que no se encontraba cerca de mi escuela, el precio me pareció ideal ya que era yo quien iba a pagar la renta ese semestre. Me puse en contacto con el vendedor de la casa y ese mismo día se cerró el trato. Me extrañó que fuera tan rápido, sin embargo, no le presté mucha atención a ese detalle, ya que lo que quería era alejarme lo más pronto posible de mi hogar.
Después de varios meses de trámites logré arreglar todo para irme y así lo hice. Al momento de llegar a la colonia de Jardines de la Hacienda, entré a la calle ¨Hacienda Vegil¨ que es en donde se ubica la casa. Busqué el número 408, sin embargo, no lo encontré. Así que decidí tocarle a uno de los vecinos preguntando por él y con una cara de sorpresa señaló una casa con fachada blanca muy descuidada, le agradecí y me dirigí al lugar.
Este se veía algo diferente que en las fotos ya que al momento de entrar sentí una vibra fría y un escalofrío que nunca olvidaré recorrió mi cuerpo. Con el pasar del tiempo y a pesar del aspecto lúgubre que tenía mi nuevo hogar me sentí feliz y tranquilo de ya no tener que pasar por más discusiones familiares.
Todo parecía empezar a mejorar hasta que una noche en el cuarto mes de mi estadía, un llanto de bebé me despertó a las 4:00 am, al principio no le di importancia ya que yo tengo un hermano menor y en mi antiguo hogar usualmente me despertaba con sus lloriqueos, pero al momento de percatarme que estaba completamente solo, se me heló la piel. El ruido cada vez se hacía más fuerte y parecía que era más de un llanto. No me atreví a bajar esa noche. Recuerdo encerrarme en mi cuarto, ponerme audífonos y escuchar música con los ojos cerrados hasta que se hiciera de día.
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